Al día siguiente, estaba lloviendo y salí demasiado temprano hacia la estación de tren. En su momento, esto no era un problema, porque simplemente podías sentarte en la plaza frente a la estación y disfrutar de buena comida callejera. Ya no es así, esa era probablemente mi parte favorita de China, comer algo de arroz frito o fideos y una cerveza mientras esperaba para partir. Hoy en día, viajar en tren es una experiencia horrible. Claro, es rápido y limpio, pero ¿es divertido y delicioso? No, no lo es. Estaba sentado en la sala de espera de mármol blanco, bebiendo té y comiendo unos snacks extraños que compré en Xanadu. Llegué a Yinchuan esa noche después de ocho horas apretado en segunda clase con cinco chinos que estaban muy curiosos sobre todo lo que hacía. Ese día bebí mucho baijiu y comí el resto de las snacks que compré con súper descuento el día anterior. Recuerdo haber sentido que había consumido demasiado sal y glutamato monosódico. Fue muy fácil ir desde la estación de tren hasta el hostal. No había reservado nada porque nunca se sabe. Vi a un chico que parecía chino, con una mochila roja grande, bajarse del autobús. Pensé que debería seguirlo, porque probablemente iba a mi hostal. ¡Tenía razón! Aunque me bajé dos paradas después, llegamos al mismo tiempo. Qué extraño. El dueño estaba allí esperándolo, así que me salió bien. El dueño nos dijo que al día siguiente a las 9 de la mañana tendríamos que ir a la comisaría para registrarnos en persona, porque no tenía el sistema informático para registrar a la gente.
Al día siguiente, llovía y salí demasiado temprano hacia la vía del tren. Antes, esto no sería un problema, porque simplemente podías sentarte en la plaza frente a la estación y disfrutar de buena comida callejera. Ya no es así, esa era probablemente mi parte favorita de China, comer arroz frito o fideos y una cerveza mientras esperaba para partir. Hoy en día, viajar en tren es una experiencia absolutamente mala. Claro, es rápido y limpio, pero ¿es divertido y delicioso? No, no lo es. Me senté en la sala de espera de mármol blanco clínica, tomando té y comiendo algunos aperitivos raros que compré en Xanadu.